Conversación telefónica

[...]

- El conocimiento es el alimento de aquellos que se alimentan de conocimiento...

- ¿Qué? ¿Quién es?

- Mejor pregúntate “¿quién eres tu?”

- Yo soy Rodrigo Mórtimer, se lo he dicho antes.

- ¿seguro?

- Sí, sí... ¿quién es usted?

- Lo importante es ser siempre uno mismo.

- Pero, ¿qué dice?

- Porque sino, te puedes confundir.

- Oiga, ¿quién es usted? Deje de esquivar mis preguntas... ¿Qué quiere?

- Mejor pregúntate “¿qué NO quiero?” o mejor aún: “¿qué?”

- ¿Qué? ¿Así en general?

- Generalizar es el primer paso para no-generalizar...

- No... eso no es así. Eso es mentira.

- Bueno... mentir es el primer paso para llegar a la verdad.

- Eso es absurdo... no tiene ningún sentido.

- Ah... ¿no?

- No. No tiene sentido.

- ¿Seguro?

- Sí, sí... seguro.

- Ah... bueno... equivocarse es de sabios...

- A ver, ¿qué dice?... de sabios es rectificar, como mucho.

- Para rectificar, primero te has de equivocar, joven osobuco. Por lo tanto,

equivocarse es de sabios. Eres joven e impetuoso, pero la sabiduría llega a los

que saben esperarla sabiduriosamente...

- Bueno, ¿se puede saber qué pizza desea?

- Mejor pregúntate “¿qué pizza NO deseo?”

- ¡A mí me da igual qué pizza NO desee, yo le tengo que traer alguna!

- Bueno... el conocimiento es el alimento de aquellos que se alimentan de

conocimiento...

- ¡Eso ya lo ha dicho antes! No me toree más, por favor.

- ¿Eh?

- ¡¡¿QUE QUÉ PIZZA QUIERE?!!

- ¡Ah...! póngame una cuatro quesos.

- ¿A qué dirección se la enviamos?

- A la dirección que te marque tu coraz...

- ¡¡VÁYASE A LA MIERDA!! (cuelga el teléfono)